viernes, 27 de noviembre de 2009

Paciencia

El martes fui muy críptica y negativa... sonaba a que estaba dramatizando en exceso y en realidad estaba tratando de encontrarle la cuadratura a un círculo que no se dejaba. Una persona muy querida de mi familia fue asaltada a media calle, golpeada y lastimada seriamente. Ahora se encuentra en el hospita esperando que su condición mejore lo suficiente como para que el médico considere que puede salir y regresar a casa. El lugar donde sucedió el asalto es un lugar público, la salida de una estación del metrobús en la ciudad de México. Conozco esa salida, la utilizo bastante seguido y nunca me ha tocado ver algo así. Pero sobre todo tengo la duda de ¿Nadie se dio cuenta? ¿No hubo una persona que volteara e intentara ayudar? Y me acuerdo de una noticia que estuvo en primera plana no hace mucho en esta ciudad: un hombre con una pistola se metió al metro y estaba dispuesto a ingresar al tren y disparar cuando un muchacho lo vio y forcejeo con el hombre. Como resultado el muchacho murio de un disparo y el otro tipo fue apresado después que se escucho el tiro. Ahora la estación no estaba vacía e incluso en el video de seguridad del lugar (que se hizo público en los medios de comunicación al día siguiente) se puede ver a varios hombres jóvenes y fuertes pasar junto a los dos que forcejeaban, pero ninguno se detuvo a ayudar. Talvez si lo hubieran hecho el joven no habría muerto. Se podría haber evitado, pero no se hizo. ¿Por miedo? ¿Miedo a qué?
En esta ciudad diariamente suceden hechos de violencia pero rara vez se denuncian. Antes la gente se detenía cuando un hombre maltrataba a una mujer, ahora voltean la cara para otro lado para no sentirse agredidos. Cuando sabemos que alguien se droga preferimos no decirle nada antes que pelearnos y la gente permite a los vendedores de droga estacionarse en parques públicos o casas con tal de no tener problemas con el "narco". Pedirle ayuda a un policía es casi un milagro, e incluso las personas les tienen más miedo a los "polis" que a los delincuentes (me incluyo en esta categoría). Ya van varias personas que me dicen que lo mejor que alguien joven puede hacer es irse de aquí. Irse de la ciudad, del país incluso. Como si toda esperanza de una situación diferente, mejor, estuviera perdida.
La realidad es: mi país esta en crisis. O sale (salimos) de esta o se ahoga en las deudas y la violencia. No sé mucho de política pero si sé de historia y sé que la historia da oportunidades a una nación de salir adelante o de quedarse donde esta. Si opta por lo primero (y como ejemplo he de poner a los EUA) el crecimiento esta asegurado. Si opta por lo segundo lo más seguro es que llegué el momento de su desaparición o de un cambio forzado (p.e. la URSS hoy Rusia y pequeños países que le rodean). ¿México saldrá de la crisis o se esperará a ser invadido? No lo sé y tampoco estoy segura de querer averiguarlo en primera persona. Probablemente terminaría metida en algo más grande que mis pequeñas intenciones humanas: peleando por la libertad o la soberanía o alguna de esas cosas tan ciertas como abstractas.

Como podrá ver quien quiera que se tome el tiempo de leer estas palabras esta semana estuve pensando mucho en esto. Da coraje ver a alguien querido sufrir un percance de ese tipo y no poder hacer nada. Si les pudiera explicar el via-crucis que significa hacer una denuncia en mi país entenderían por que mucha gente no denuncia los altercados. Es un proceso burocrático, deprimente y desgastante, además de ilógico. Cuando veo programas como CSI, Criminal Minds, o cualquier otro de policías en los EU me pregunto si en verdad será así, aquello de primero tenemos evidencia y después lo acusamos. Aquí es al revés, si uno denuncia entonces ha de estar preparado para ser tratado como delincuente. Si no dice nada entonces ha de sufrir la delincuencia en silencio. Un chiste que todavía no tiene nada de gracioso.

Es viernes, fin de semana. Espero estos días sean menos caóticos, un poco más agradables y bastante más animados. Sueño con la próxima semana, con recuperar mi tiempo y mis días. También sueño con la posibilidad de que todo este bien, de que no pase nada más y podamos llegar al final del año, al final, final, con un poco más de ánimo y de esperanza.

1 comentario:

  1. Ti, lo primero, decirte que ¡eres una persona fantástica! y es un gran placer leerte.

    Luego, y aunque ya se sabe que "mal de muchos, consuelo de tontos", comentarte que lo que observas en México pasa también en otros países. En la mayoría, diría yo.

    Me refiero a que las personas vuelven la cara cuando ven a un semejante en apuros. Y si no lo hacen, muchas veces son ellos mismos los que se ven en serios problemas. Y para muestra, el caso de un profesor universitario, Jesús Neira en España, que por ayudar a una mujer que estaba siendo maltratada, pasó varios meses en coma en el hospital. Ahora ha sido el juicio por el maltrato y, encima, esa mujer dice que no la estaban maltratando, que era una discusión de pareja...

    El cambio que anhelas, Ti, se tiene que dar a nivel mundial, no sólo en México...

    Tu país, no está peor que muchos otros...

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