viernes, 20 de noviembre de 2009

Por fin es viernes...

Por fin es viernes... ¿cuántas veces no hemos escuchado eso? Yo lo escucho cada semana... y a veces incluso me escucho a mi decirlo como si fuera una especie de mantra especial. En realidad el viernes nunca ha sido mi día favorito de la semana. A mi me gustan los martes, los jueves y los sábados. El viernes es un día extraño: casi fin de semana pero no completamente. Es uno de esos días donde la mayoría de la gente tiene flojera de hacer las cosas, donde muchos estan de malas por que no quieren estar donde estan y en el que la mayoría decide ponerse hasta las cachas por el simple hecho de poder hacerlo. Bien bonito...
Yo nací un lunes, pero los lunes son días extraños. Si hay un día en el que yo quisiera descansar son los lunes. Durante un tiempo en mi vida los lunes eran mi día de salir, de ir al cine, de disfrutar. Así mi semana empezaba el martes lo que me llenaba de alegría. Creo que por eso me gustan los martes. Los jueves siempre han sido buenos días para mí, no sé por que, pero muchas cosas buenas me han sucedido en jueves. Y los sábados pues no lo sé, últimamente creo que es el hecho de que ese día veo a mi familia (mi mamá y mi abuelita de quienes les platiqué ayer): ese día vamos a desayunar, platicamos, vamos al super (mi mamá, yo normalmente sólo acompaño). Los sábados son días en que puedo dormir más, puedo ir de fiesta y al día siguiente  no me tengo que parar temprano. Son muy buenos días.
¿Por qué hablo de los días? por que como toda persona tengo días favoritos, así como colores, lugares, horas, números. Puedo decir que mi color favorito en los últimos meses es el púrpura, mi lugar favorito un sillón mulloncito en un café, mi hora favorita el atardecer y el amanecer y mi número favorito el 5. Este tipo de cosas me hacen feliz, llenan mi vida de certezas: siempre habra cosas púrpuras (o azules, o verdes, o cafés, o rojas), siempre habrá un sillón donde tomar un café a gusto, siempre habrá amanecer y atardecer y el número 5 existe desde los mayas.  De las pocas certezas que tengo en mi vida diaria, estas son algunas de ellas. Otras son que siempre puedo contar con mi hermana aunque este terriblemente ocupada, mi mamá me ama a pesar de todas mis acciones, los buenos amigos estan contigo a pesar del tiempo y la distancia, y sobre todo que mi mejor amiga y mi peor enemiga siempre voy a ser yo.

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