La chica con el tatuaje de dragón

hoy empiezo a escribir temprano por que temo que mi cuerpo me juegue la pasada de hacerme caer en cama en la tarde. Veo cercana una migraña y antes de que me ataque y me deje completamente inútil quiero escribir esto para que no se me olvide. Además no me he de quejar, pues casi puedo decir que la migraña me la busque yo solita y sin ayuda de nadie.
Pero empiezo a contar por el principio si no esta historia no va a tener sentido. Entre las múltiples y ociosas páginas de internet a las que me he inscrito en mi vida hay una llamada Goodreads (por cierto bastante recomendable para los ratones de biblioteca como una servidora) en la que uno discute sobre libros, lecturas, autores e incluso puede escribir algunas cosas de su propia auotría. Ahí la semana pasada leí la reseña sobre una serie de libros que me llamaron la atención. Es una trilogía llamada Millenium, que por el nombre parecería de ciencia ficción pero no lo es. Son sobre crimen. Investigación de crímenes. Thriller sería la definición si fuera una película. O de suspenso. El asunto es que justo en esa misma semana descubrí que en una de las librerías de México (Gandhi para hacer el comercial completo) tenían en venta el primer libro de dicha trilogía en inglés y me había llamado la atención. Así que el sábado, deprimida por no poder hacer mi voluntad con mi fin de semana fui y me compré el libro. Lo empecé a leer el domingo en la noche y la primera parte me pareció aburrida pero esa primera impresión fue cambiando a lo largo del libro hasta ayer en la noche cuando llegue a la parte del libro donde no lo podía soltar. ¿Les ha pasado? A mi hacia tiempo que no me sucedía, leer un libro y no poderlo soltar por que necesitaba, literalmente, saber que sucedía después.
Yo soy una lectora precoz. Mi madre me enseñó a leer a los tres años y para mis dulces diez ya tenía una bastante envidiable lista de libros leídos. Además no discrimino, al igual que no discrimino con las películas. Libro que me llamaba la atención, libro que leía. Lo sigo haciendo, tanto con el cine como con los libros. Tener la mente abierta para leer algo, para aprender algo, para ver algo...hasta para escuchar algo. De esta manera he leído la Iliada al mismo tiempo que El código DaVinci. Esto también significa que siempre estoy dispuesta a leer algo nuevo siempre y cuando ese algo logre engancharme. De tal manera que puedo admitir que nunca he podido terminar Cien Años de Soledad ni el Ulises de Joyce, aunque como diría Perez-Reverte, para Ulises prefiero el de Homero.
El libro en cuestión, y regresando al tema, se llama en inglés The girl with the drago tatoo, aunque en la edición en castellano tiene el título de Los hombres que no amaban a las mujeres que a mi personal gusto parece más título de un libro de autoayuda que de un libro sobre crímenes. El autor era un escritor sueco llamado Sieg Larsson, quien antes de escribir sus novelas fue un activista político y reportero que fue contra los Nazis en Suecia y apoyó el movimiento socialista. Digo era por que el autor de la trilogía murió el año pasado, poco después de entregar los tres libros a su editor, de un ataque al corazón. Actualmente su viuda (su pareja por que hasta donde entiendo nunca se casaron pero pasaron toda su vida juntos) esta en una lucha legal contra la familia de él (su padre y su hermano si la memoria no me falla) por los derechos de los libros. Incluso hay teorías conspiratorias sobre si el autor dejo más libros escritos o a medias y sobre si su intención era realmente hacer una trilogía o escribir más libros. Nunca lo sabremos, bueno quien sabe. En una de esas su viuda tiene un as bajo la manga, pero quien sabe.
Lo cierto es que estoy enganchada (hooked es la palabra que me surge en inglés). Como si fuera una droga. Debo admitir que la última vez que eso me sucedió con unos libros fue hace año y medio cuando empecé a leer Twilight (lease Crepúsculo), también en inglés, y a pesar de todos los peros que puede tener me gusto. Ahora estoy atada a unos libros mil veces más adultos y mucho más difíciles de digerir. Los "héroes" de estos libros no son seres con poderes especiales ni puedes leer la mente o ver el futuro. Son dos seres humanos, con todas sus fallas. De verdad, con todas. Él, Mikael Blomkvist es un periodista, igual a Larsson, que trata de mantener sus principios éticos para dar a conocer la verdad. No es perfecto, es mujeriego, inestable, algo infantil. Ella es Lisabeth Salander, jóven, antisocial, inteligente, con  una capacidad anti natural para trabajar con computadoras y programación, una hacker a toda regla, probablemente sufre del Síndrome de  Asperger.
No voy a contar el libro por que eso es muy rudo y mal educado, pero si voy a decir lo siguiente. Estoy impresionada. Larsson logró crear una heroína más ruda y más fuerte que su héroe. Lisbeth es vengativa y terrible en especial con los hombres, y más especialmente con los hombres que abusan de las mujeres. No cree en la policía (lo cual personalmente no le culpo), y piensa que es mejor tomar las cosas en propia mano. No es un modelo a seguir por completo pero hay algo en ella, ciertas cualidades salvables que la hacen interesante. Es fuerte, no se deja, no entrega su poder a ningún hombre y tiene la capacidad de reaccionar ante cualquier crisis mejor que un hombre.
Hasta aquí llego. Lo más seguro es que hoy en la tarde o mañana me consiga el segundo número de la trilogía. Probablemente al terminarlo necesite conseguir el tercero, lo cual será difícil por que dicho libro a penas salió en inglés hace uno o dos meses. Pero una nunca sabe. Mientras tanto releere el primer libro para terminar de atar cabos. ¿No les ha pasado que releen un libro y encuentran cosas que antes no habían visto? A mi siempre me sucede. Incluso puedo decir que mis libros favoritos son aquellos que puedo leer una y otra ves y sentirme familiarizada con ellos cada vez. Aquellos que guardan sorpresas para cada momento de mi vida.