domingo, 30 de enero de 2011

Granada

Aquí estoy de nuevo. El asunto es sencillo: hace un momento estaba en la cocina y descubrí algo que deseaba compartir con alguien. Y ¡oh destino incierto! sólo se me ocurrió compartirlo aquí con todos y con nadie.

Hoy fui al mercado a comprar cosas para hacerme de comer. No sé si ya lo había dicho antes aquí pero a mi me gusta comer bien y me encanta cocinar. Es una experiencia que trato de vivir con gusto y con calma. Cocinar me permite disfrutar de los olores, los sabores y los colores de la comida de principio a fin. ¿Alguna vez se han dado cuenta de lo hermosa que puede ser la comida? tal vez esto no tenga sentido pero hasta hace poco yo había olvidado eso. Ahora lo veo y lo siento y hoy aprendí algo.


Hoy compré granadas. Granadas rojas. Tenía antojo de comerlas y admito que es la primera vez en mi vida que las compro así, enteras. Normalmente compraba los granitos rojos y ya. Hace un momento abrí una de las granadas y en un instante aprendí tantas cosas y entendí otras. Por ejemplo, aprendí que es un fruto duro y suave a la vez. Entendí por que en muchas culturas y en la iconografía se utiliza esta fruta para representar lo femenino, la fertilidad y el nacimiento. Cortar una granada es una experiencia gráfica y visual donde el rojo toma el control. Al ver esto entendí tanto. Las mujeres somos así, dulces y algo ácidas a la vez. Complejas y llenas de recovecos. Duras y sensibles al mismo tiempo. Nuestra habilidad natural para la vida esta teñida de rojo.

La granada es (y ahora una cita de la Wikipedia):
  • Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza, mientras que el dios del infierno Hades, le ofreció su fruto a la bella Perséfone para seducirla.
  • En Java, está asociada a ciertos ritos que acompañan el embarazo.
  • Según Shakespeare, bajo su follaje se ocultó Romeo para cantarle una serenata a Julieta.
  • En China, se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como auspicios de una descendencia numerosa (el color rojo de esta fruta es considerado por la tradición china un color que atrae la buena fortuna).
  • En el Islam se considera al granado como uno de los árboles del Paraíso conforme a referencias coránicas y de las tradiciones del profeta Muhammad o Mahoma.

 Como pueden ver es un fruto relacionado con tantas cosas, con la fertilidad, lo femenino, el amor... no es una fruta cualquiera, es una fruta con espíritu, con razón de ser y con belleza.

Este es mi segundo post de este día, aunque con unos minutos más y podría ser de mañana. Aquí estoy pensando en la belleza y delicia de una granada, en la promesa de la primavera y en la esperanza del amor.

Ahh y ahora una canción, para iniciar la semana. A penas las estoy escuchando por primera vez, un grupo que se llama The Like y se visten como de los 60's (la envidia fashionista me corroe jeje)

Buenas noches mundo, good night sweet prince!

Boda

Hoy tengo el ánimo ridiculamente feliz. La razón es sencilla y compleja al mismo tiempo: ayer mi mejor amiga, mi hermana de azúcar, mi compañera de aventuras, se casó por el civil con su Mostro (conste que el título se lo pusieron ellos yo nomás lo repito). Ayer fui a una boda, la boda. Fui una de las testigos, que casi no llego por que la boda era en casa de la tiznada y un poco más allá. Puse mi humilde y cariñosa firmita para afirmar que esa persona que se estaba casando si es quien dice ser y si tiene las intenciones que dice tener. Después de vivir juntos dos años y medio más le valía si tenerlas.

Lo cierto es que fue una noche feliz. Vi a una de las personas que más amo convertirse por completo en un adulto. Eso no significa en una persona aburrida y callada (si eso pasa verán pingüinos en el infierno)... es algo menos fácil de describir y más importante. Cierta seguridad en su forma de llevar a cabo el todo. Tenía anoche, además de un look de 1920 bastante agradable, un halo de felicidad que cualquiera de nosotros pobres mortales que la acompañabamos quisieramos en un día de fiesta. Y se lo merece. Es uno de los mejores seres humanos que me he encontrado en la vida y tengo el orgullo de decirme su hermana aunque nuestros padres y madres sean personas distintas. Hemos compartido lo bueno y lo malo. Hemos llorado en nuestros hombros y nos hemos abrazado con todo el corazón. Así que ayer, después de firmar lloré un poco porque la ví crecer ante mis ojos y convertirse en aquello que ella juraba nunca sería: una señora.

Hoy amanecí con un terrible dolor de pies (eso pasa cuando una baila usando tacones de 11cm de altura) y con la sensación de que había sido testigo (literal y figurado) de un momento mágico. Nunca en mis 29 años de vida había sentido eso al asistir a una boda. Para mi las bodas solían ser una de esas cosas demasiado empalagosas, repletas de merengue y flores, que las personas hacían para convencerse de que ahí era donde querían estar y que esa era la persona con quien deseaban compartir su vida. Algunas lo han logrado, hasta ahora. Pero he visto tantas otras separadas y lejanas, que la duda me corroía respecto a la legitimidad del asunto. Y aquí estoy jurando que casarse no es mala idea si se hace bajo las propias reglas, con la convicción de que eso es y se esta donde se quiere estar y si a nadie más le gusta pues pueden ir a joder a otro lado.

Tenía que escribir al respecto. Porque necesito decirlo en voz alta: hoy amanecí con la sensación de que el mundo todavía tiene sorpresas a pesar del wi-fi, de los iphones, del twitter y el feisbuk. Todavía puede uno encontrar a su alma gemela y crecer juntos. Todavía te puedes enamorar sin medida y ser correspondido. Todavía puedes cambiar tu vida y convertirte en alguien inesperado. Todavía hay tantas opciones.

miércoles, 19 de enero de 2011

...

Hola a quien lea esto, si es que hay alguien ahí.
Cuando empecé este blog hace un año, más o menos, tenía tiempo de sobra para hacer un blog. Mi trabajo no era de lo más demandante y mi ritmo de vida... normal. Hoy en día tengo un trabajo que tiene tales candados en el internet que es el mejor cinturón de castidad que he conocido en mi vida (no es que haya conocido muchos, pero vi unos en una exposición de tortura y por ahí anda el asunto), donde voy 12 horas seguidas y cuando llego a casa lo único que quiero hacer es dormir. Ultimamente pienso que me hacen falta unas buenas vacaciones, ya saben con mar y playita all included.  Tal vez sea muy pronto, tal vez ya es justo y necesario, lo único que sé, sin lugar a dudas es que si no hago algo pronto, voy a explotar. El cansancio me llena y me siento vacía, ya no tengo nada que dar, nada nuevo para conocer.

Estoy descubriendo la verdad en aquella frase de "conocete a ti mismo". Nada es más importante que eso, y por un momento me permití olvidar que si no lo hago no puedo conocer a otros.

Tengo que ir al trabajo pero antes de eso los dejare con un pequeño video de mi "canción de la semana" jeje:
Buena semana, buen día, buena vida