miércoles, 27 de enero de 2010

Disfraz

Bien dice mi abuelita que más rápido cae un hablador que un cojo. Por estar diciendo de una "cita" el día de hoy la misma fue cancelada y yo me quede sin poder hacer nada. Entiendo las razones por las que se canceló, en el mundo de hoy el trabajo nos quita más tiempo y ganas que antes y si no se esta al pie del cañón es más sencillo que se reciba una carta de despido, merecida o no. Así que me hable para decirme que tiene mucha chamba y tiene que entregar hoy (por no decir, tenía que entregar ayer) lo entiendo.
Pero sigue ahí esa moronita que tengo ante cualquier tipo de rechazo, ese pedacito de mi que quiere hacerse bolita y llorar por que le dijeron que siempre no. Creo que ya había hablado de eso aquí pero aquí estoy regresando al tema, pues me pregunto si habrá un día en mi vida en el que pueda valerme un pepinillo y hacer mi vida como si nada, o si siempre voy a tener la misma sensación al respecto. Es como si se me abriera un agujerito en el pecho y se me saliera el aire por ahí. Es una voz que me dice "te lo dije" al mismo tiempo que llora desconsoladamente por cosas que, pensándolo bien, no tiene la menor importancia (che).
Además esta lo del disfraz, y de ahí el título de este corto pero importante blog. Yo me considero una mujer femenina, pero no soy el tipo de mujer que anda por la vida de falta, tacones y maquillaje. Soy muy feliz con mis jeans, mi cara lavada y mis tenis. Pero en días como hoy, cuando mis jeans son un muestrario de que no he podido lavar ropa en un tiempo y en los que quiero quedar bien (léase gustarle al sexo opuesto) se me ocurre sacar el disfraz de niña, ese que en algún momento de mi rebelde adolescencia colgue con la consigna de no volver a tomarlo, para después descubrir que tiene sus virtudes. Así que hoy estoy disfrazada de niña, con falda, medias y botas, y sin la cita a la que iba con toda alegría y emoción (por favor nótese tono sarcástico). En este momento mi máxima ilusión es llegar a mi casa, ponerme mis pijama, meterme a la cama y ver alguna película con final feliz, de esas que lo hacen sentir a uno calientito por dentro y con la ilusión de que el amor verdadero si existe (y sigo con las ironías).
Si por ahí algún chico lindo y agradable tiene la noción de acercarse a este blog y lo lee tome esto como consejo: cuando invitan a salir a una chica, a menos que de verdad sea algo así como su mejor amiga, su hermana o su mamá, ella va a hacer un esfuerzo (dependiendo de cuanto le gusten es el tamaño del esfuerzo) por verse lo más niña (mujer, femenina y demás sinónimos) que pueda. Es un disfraz que nos enseñaron y no podemos dejar de usar.

2 comentarios:

  1. "Love actually" es la película que necesitas. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Don't worry. Sólo se ha postpuesto (no cancelado). Ya verás como la cita se produce. Ten fé, mi amiga.

    ResponderEliminar