lunes, 22 de agosto de 2011

Cambia, todo cambia

Venía en el taxi camino al trabajo, algo retrasada, cuando me puse a escuchar al locutor del programa de radio que venía escuchando el taxista. Leyó un fragmento que escribió un fragmento sobre las cuatro cosas necesarias para vivir una vida plena y ser feliz en la vida. Normalmente me río de esas cosas, son tan... ingenuas. Pero hoy puse atención y quiero escribir lo que escuché para no olvidarlo:
1o. Las personas que llegan a tu vida son las que tienen que llegar cuando tienen que llegar. No existen las casualidades.
2o. Las cosas pasan cuando tienen que pasar, no antes ni después. Suceden cuando se está listo para el cambio y para el aprendizaje.
3o. Las cosas pasan como tienen que pasar, el hubiera no existe y no hay posibilidades alternas. Lo que sucedió es lo único que podía suceder.
4o. Las cosas y las personas se van (o terminan) cuando debe ser. Lo único que se puede hacer es desapegarse y decir adiós, con la conciencia de que se ha aprendido algo y se ha dado un paso más en el crecimiento.
Según esta lectura, quien logre asimilar estas cuatro ideas habrá logrado el desapego y podrá ser feliz con lo que es y lo que tiene por que eso es lo que debe tener, no más, no menos.

No sé. Por una parte me agrada la idea de que las cosas, las situaciones, los hechos de la vida, tienen una razón de ser más allá de la comprensión humana. Hay tantas cosas que suceden así: personas que llegan a mi vida sin razón alguna y se vuelven muy importantes; situaciones de aprendizaje que cuesta trabajo entender; finales que no esperamos pero que en el fondo sabemos que venían en camino. Todo cambio es así, viene acompañado de tantas cosas que cuando por fin sucede no lo notas. A mi me ha sucedido, me está sucediendo todos los días. Talvez no lo note al principio pero hay algo en mí que ha cambiado, que está cambiando cada momento. Son pensamientos, acciones, ideas. Están ahí y cuando por fin toman forma, cuando yo o los que me rodean podemos verlos entonces el cambio está hecho, no hay vuelta atrás.

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